Primer Punto
Decía Jorge Luis Borges que la literatura no es otra cosa que un sueño dirigido. Diría lo mismo del cine y, ¿por qué no también de la música? Sobre todo de algunas canciones que, como si narrasen un sueño, se vuelven perennes, y no en el mal sentido, como si se tratasen de una pesadilla, sino en el sentido de que regresan constantemente a la mente, vuelven sin cesar y siempre buscan maravillar con algo nuevo: un detalle que no había notado antes, un verso, una palabra, un sonido, un halo que genera siempre el asombro, la curiosidad e incluso la necesidad de querer saber su origen, su historia, su razón de ser.
Esta es la historia de una de esas canciones, una que me envuelve cada vez que la escucho y que pareciera que estuviera contada, narrada o dirigida por David Lynch, repitiendo sin cesar un nombre, un nombre conocido para mí pero, según se cuenta, no para quien la escribió.
Lo inefable
Una noche un hombre entra a un bar, luego de discutir con su novia. Nota a la mesera, alta y delgada, y de una astucia inusual.
Comienzan a hablar, él ordena y ella lo invita a tomarse un baño. Él acepta, pero solo si puede dejarse puestos los pantalones, ya que está saliendo con alguien. En medio del baño la mesera le pregunta si le importa que ponga la radio. Justo suena su canción favorita, una de Joni Mitchell. Alguien llama, pero ella lo ignora, él es más importante que quien sea que esté llamando. Ahí es cuando él se da cuenta: ya es muy tarde…
¿Qué hizo?
Como si fuese un sueño, está de regreso a la habitación donde discutía con su novia. Ya no pelean, pero no deja de pensar en el nombre de la mesera…
Dorothy Parker.
Esa es la historia que, como un sueño, narra Prince en su canción The Ballad of Dorothy Parker. Compuesta en 1986, según relata el saxofonista de Prince, Eric Leeds, este se sorprendió por la referencia a la escritora Dorothy Parker. Sin embargo, momentos más tarde se dio cuenta de que Prince no conocía a la escritora y había utilizado el nombre por mera casualidad, ya que sonaba e iba bien con la canción.
Según cuenta, Prince no solo no sabía que Dorothy Parker era una escritora, sino que además no había escuchado el nombre jamás.
¿Casualidad?
Me gustaría pensar, como si todo esto formase parte de un relato, que toda esta historia fue en realidad un sueño de Prince, y que de verdad Dorothy Parker simplemente se le apareció en sueños y lo inspiró a componer la canción.
Y es que, como relata su ingeniera de sonido Susan Rogers, la canción fue una de las primeras que se grabó para su álbum Sign o' the Times (1987). Para ese momento, y para lo que sería la grabación de ese nuevo disco, Prince iba a probar una nueva consola de audio hecha especialmente para él, pero que aún no estaba terminada. Sin embargo, cuenta Rogers que Prince estaba urgido en grabar nuevos temas, así que ordenó que la trajeran como estaba para comenzar a grabar.
Así, el primer día, Prince bajó, le pidió a Rogers poner una cinta nueva y comenzó a grabar. De inmediato, Rogers se dio cuenta de que algo andaba mal con la consola; sin embargo, Prince estaba inspirado y no paró. De hecho, según cuenta, siguió y siguió sin parar. Cuando al fin terminó de grabar las voces, Rogers hizo la mezcla y esperó a que Prince se diera cuenta de lo raro que sonaba. Sin embargo, Prince solo pudo decir: “¡Bien! Me gusta esta nueva consola”.
Rogers pudo arreglar el problema, pero no pudo hacer nada para esta canción, que, como ella describe, suena como si estuviera debajo del agua, como si se tratase de un sueño, un sueño escrito, interpretado y dirigido por Prince. Un sueño, que por mera casualidad, suena como tal.
Según el relato de Rogers, todas las canciones del disco se dieron de una forma instantánea, natural, como si sucedieran durante la noche y a la mañana siguiente ya estuvieran claras en su cabeza. Como si fuesen un sueño, diría yo.
Prince compuso y tocó todos los instrumentos de esta canción, como era costumbre. En cuanto a Dorothy Parker, hay muchas coincidencias en la letra de su canción que realmente plantean la pregunta de si de verdad Prince no sabía quién era. No tenía razón para mentir, ya Dorothy Parker había muerto, y decir que la escribió inspirado en la escritora no le habría quitado mérito a la canción, aunque sí le añadió mucho misterio.
Desde el estilo narrativo de la canción, con una astucia mordaz, un humor preciso y una maestría en los diálogos, la canción pudiera fácilmente ser también un relato de Dorothy Parker. En ella, el hombre recalca precisamente eso: la brillantez y la audacia de Dorothy, lo rápida que era con la mente:
I needed someone with a quicker wit than mine
Dorothy was fast
Necesitaba a alguien con un ingenio más rápido que el mío
Dorothy era veloz.
Prince también hace énfasis, constantemente, en su humor, una de las características de la gran escritora estadounidense.
Quiero pensar, entonces, que la historia es cierta, y que Prince no sabía quién era Dorothy Parker, y de hecho nunca había oído hablar de ella, ni mucho menos leerla. Quiero pensar que, como muchas de las cosas que suceden en el mundo, es solo una coincidencia, de esas maravillosas, que parecen demasiado buenas para ser ciertas, pero que, sin embargo, explican muchos de los misterios inefables del mundo.
Punkt Final
Dorothy Parker dejó una obra perspicaz, llena de audacia y mucho humor, pero también de mucha crítica social. Leerla es darse cuenta de lo adelantada que estaba para la época. Y su relato Arrangement in Black and White es una muestra de ello. Situémonos en contexto y tiempo: el relato fue publicado en 1927 y, de una forma mordaz y brillante, retrata a un personaje detestable en una fiesta, cuyos grandes esfuerzos por no ser racista terminan demostrando precisamente lo contrario. La forma de retratar el racismo, en el año en que fue publicado el relato, no solo es una muestra de grandeza y habilidad literaria, sino también de gran perspicacia y valentía.
Aquí está el relato original publicado en la revista New Yorker:
https://www.newyorker.com/magazine/1927/10/08/arrangement-in-black-and-white
Y aquí la traducción que he hecho, que también recibirás en el siguiente correo:
https://open.substack.com/pub/lbosetti/p/arreglo-en-blanco-y-negro?r=4xr0zb&utm_campaign=post&utm_medium=web&showWelcomeOnShare=true
Por cierto, entre otras de las interpolaciones, el título del relato es una referencia a uno de los cuadros más famosos y admirados del arte norteamericano, Arrangement in Grey and Black No. 1 (1871) de James McNeill Whistler, cuya mujer retratada, la madre del pintor, casualmente, o no, fue como imaginé a la personaje del relato de Parker la primera vez que lo leí. Por cierto, por otra de las casualidades de la vida, el cuadro solo existe gracias a que la modelo que James McNeill Whistler iba a pintar no asistió a la cita y le pidió a su madre que posara para no perder los preparativos.

Con respecto a Prince y a su canción, aquí está La Balada de Dorothy Parker.
Como comenté, la canción no solo hace referencia a Dorothy Parker, sino también a una canción de Joni Mitchell, esta en particular:
Mientras tanto, seguiré escuchando la canción de Prince y esperando que Dorothy Parker se me aparezca en un sueño, quizás no para escribir una canción, pero sí para seguir teniendo historias que contar. Punkt.