Punkt #20: El Ulises de James Joyce II: El traductor que confundió una patata con una zanahoria
A Hero's Death
Primer Punto
When you speak, speak sincere
And believe me friend, everyone will hear
Life ain't always empty
Cuando hables, habla con sinceridad
y créeme, amigo, todos te oirán
La vida no siempre está vacía
Leopold Bloom, tratando de convencerse de que precisamente la vida no siempre está vacía se tantea los bolsillos. Es la mañana del 16 de junio y se prepara para salir a vivir su día en la ciudad de Dublín. Ya ha desayunado y solo quiere cerciorarse de que no se olvida nada:
“On the doorstep he felt in his hip pocket for the latch-key. Not there. In the trousers I left off must get it. Potato I have. Creaky wardrobe. No use disturbing her”.
“En el umbral de la puerta, buscó la llave en el bolsillo de la cadera. No está. En los pantalones la dejé hay que buscarlas. Patata, la tengo. Armario chirriante. Es inútil molestarla.”
No tiene la llave, y prefiere no devolverse a buscarla, pues no quiere despertar a Molly. Decide partir sin la llave pero tranquilo de que sus bolsillos no están vacíos, allí en uno de ellos está la patata, nuestra protagonista el día de hoy.
Lo inefable
En el capítulo II (“Nestor”), del Ulises de Joyce, la escena en la que Leopold Bloom está a punto de salir de casa, el personaje se tantea los bolsillos para cerciorarse de que no se olvida de nada y, en una forma característica del fluir de la consciencia, utilizando el monólogo interior directo, se ve lo que sucede desde la mente del personaje tal y como se narra en las líneas de más arriba.
Con un uso fragmentario de la lengua, como es característico en el recurso del monólogo interior directo, se ve desde la mente del personaje lo que está pasando. Se sabe que no tiene la llave y que posiblemente la ha dejado en su otro pantalón, y sorpresivamente, como sucede muy a menudo en el uso del monólogo interior directo, se ve algo sin ningún tipo de explicación, “Patata, la tengo”, como se supone que debe ser, pues recordemos que se está “leyendo” directamente la mente del personaje, por lo tanto, el personaje no tiene por qué explicarse a sí mismo cosas de las que él sabe perfectamente su significado. El narrador en este caso tampoco tendría por qué explicarlo, pues rompería con el fluir de ese uso del recurso y le restaría fuerza al relato. Además, como lectores, más adelante se nos brinda una explicación cuando la patata vuelve a aparecer algunas veces más, una en el bolsillo de Bloom, cuando él vuelve a tantearse los bolsillos, y luego en el capítulo XIV (“Oxen of the Sun”), cuando ve el espíritu de su madre y al fin da una explicación:
“She hauls a reef of skirt and ransacks the pouch of her striped blay petticoat. A phial, and Agnus Dei, a shrivelled potato and a celluloid doll fall out”.
“Arrastra un rizo de falda y rebusca en la bolsa de su enagua decolorada a rayas. Caen una ampolla, un Agnus Dei, una patata arrugada y un muñeco de celuloide".
Su madre también lleva una patata, lo que ya sugiere que es algo relacionado con ella, pero es que más adelante, en el capítulo siguiente XV (“Circe”), Bloom lo dice explícitamente:
ZOE: I feel it.
Her hand slides into his left trouser pocket and brings out a hard black shrivelled potato. She regards it and Bloom with dumb moist lips.)
BLOOM: A Talisman. Heirloom.
ZOE: For Zoe? For keep? For being so nice, eh?
(She puts the potato greedily into a pocket...)
ZOE: La siento.
(Zoe desliza la mano hacia el bolsillo izquierdo de su pantalón y saca una patata negra, dura y arrugada. La mira y mira a Bloom con labios húmedos y mudos.)
BLOOM: Un talismán. Reliquia.
ZOE: ¿Para Zoe? ¿Me la quedo? ¿Por ser buena? ¿Sí?
(Se mete la patata con avidez en el bolsillo)
Zoe descubre la patata en el bolsillo de Bloom y lo mira como preguntándole de qué se trata, a lo que Bloom de inmediato da una explicación, diciendo que se trata de un simple talismán, de una reliquia de la familia. Y es que además, en el mismo capítulo XIV (“Oxen of the Sun”), se oye una voz dudando de la función de la patata pero confirmando la creencia de que es buena para el reuma:
“Sir? Spud against the rheumatiz? All poppycock, you'll scuse mesaying”
“¿Señor? ¿Patata para el reuma? Puras tonterías, disculpe que le diga”.
Como se puede ver, aunque la primera aparición de la patata cause sorpresa y confusión, la lectura del libro resolvería el problema, o tal y como dice el escritor argentino Ricardo Piglia, quien también recoge esta historia en su libro El último lector:
Para entender hay que leer todo el libro (…) Para entender sólo se puede releer, marcar, investigar, seguir un vestigio en el papel. No se trata de la memoria (salvo la de Joyce, que al corregir agregaba esas series secretas); no se pueden recordar las asociaciones. Se trata de la lectura, O más bien de un tipo de lectura.
Y aquí llegamos al traductor que confundió la patata con una zanahoria: La primera traducción al español del Ulises fue realizada por el argentino José Salas Subirat en 1945. Además, por más de treinta años, fue la única traducción al español disponible. Subirat, en un claro error de lectura y de relectura, tanto de la obra como de su traducción, traduce el primer fragmento de la patata de esta manera:
“En el umbral se palpó el bolsillo trasero del pantalón buscando el llavín. No está. En los pantalones que dejé. Hay que buscarlo. Soy un zanahoria. El ropero cruje. No vale la pena que la moleste”.
Subirat decide sobreinterpretar el texto erróneamente y adaptarlo a lo que él quiso entender debido a la confusa aparición de la patata por primera vez. Y esto hace pensar que la traducción de Subirat se fue haciendo, o bien a medida que leía la novela por primera vez, o bien pasando por alto el significado de la patata en su lectura previa, lo que vendría a significar que fue una lectura deficiente. Subirat traduce la patata como zanahoria y lo asigna al olvido de las llaves como descripción del personaje, algo que no está en el texto original. Pero el problema es aún más grave cuando más adelante, en la segunda aparición de la patata, continúa diciendo zanahoria, y cuando al fin se da una explicación sí que traduce patata:
“Alza la pollera y burga la bolsa de su enagua cruda a rayas. Una redoma, un Agnus Dey, una papa marchita y una muñeca de celuloide caen afuera”.
Y en el segundo fragmento:
ZOE: Lo siento.
(Su mano se desliza en el bolsillo izquierdo de su pantalón y saca una papa negra dura arrugada. Con los labios húmedos, contempla a Bloom y a la papa.)
BLOOM: Talismán. Una herencia.
ZOE: ¿Es para Zoe? ¿Para que se la guarde? :Por ser tan buenita, eh?
(Se apresura a meterse la papa en un bolsillo...)
Y si bien la patata puede parecer un detalle nimio, no lo es, pues Joyce se encargó de introducir la patata al principio de la novela para definir su personaje y cientos de páginas más adelante la vuelve a nombrar para dar una explicación que define con precisión el carácter del personaje. Se puede concluir que no hay detalle nimio que se pueda pasar por alto, y aunque la traducción de Subirat se suele considerar, con mucho merecimiento, la traducción canónica del Ulises en español, no se puede negar que esta falta de lectura es una falta grave para el resultado final. En la traducción no es posible tomar la decisión de qué se puede considerar un detalle nimio y qué no, pues precisamente ahí está la importancia de la lectura y de la precisión con la que se debe llevar a cabo dicha actividad, una precisión tal que no se puede pasar por alto, y que al fin y al cabo es lo que termina definiendo al traductor como el lector perfecto, como lo llama Piglia, o como dice Alberto Manguel:
“The ideal reader is a translator. He or she can pull a text to pieces, remove its skin, cut it to the bone, follow each artery and vein and thence fashion a new living being”.
“El lector ideal es un traductor. Él o ella pueden desmembrar un texto, remover su piel, cortarlo hasta el hueso, seguir cada arteria y cada vena, y a partir de ahí. crear un nuevo ser vivo.”
El acto de leer un texto literario es la capacidad de reconocer los hilos internos que van tejiendo y creando el sentido como un todo, a partir de los cuales se puede llegar a la interpretación.
Leer es, como pensar, una actividad bastante personal, es cierto. Incluso cuando se piensa en lo mismo, o cuando se lee un mismo texto literario, las lecturas, las imágenes, los pensamientos y por ende las interpretaciones serán distintas e incluso únicas de una persona a otra, pero en este primer nivel de traducción esas imágenes, esos pensamientos y esas interpretaciones deben estar entre los límites creados y sugeridos por el autor.
Lubbock afirmaba que un libro pone en marcha un “tren de ideas en la cabeza del lector”, mi versión de esta frase es que un libro deja fluir una corriente de ideas. Y en el caso de Ulises, el libro deja fluir no solo una corriente, sino un torrente de ideas y pensamientos en la cabeza del lector.
Punkt Final
De nuevo, las líneas con las que abro esta entrada no pertenecen a Joyce, sino a la primera canción del segundo álbum de la banda irlandesa Fontaines D.C. A Hero’s Death (2020)
Un álbum que salió en un momento muy oportuno. Un álbum que me abrió los ojos y me advirtió que la banda que me había cautivado con ese primer álbum, un año antes, iba en serio. Un álbum que se puede escuchar y se debe leer. Un álbum que requiere atención y precisión en su escucha y su lectura, de una lectura profunda como profundo es su sonido, más profundo que el anterior.
La música también se debe aprender a escuchar, y este disco lo demuestra. Con A Hero’s Death pasé un momento difícil y me dejó un mensaje muy claro:
Never let a clock tell you what you got time for
It only goes around, goes around, goes around
Take your family name for your own great sins
'Cause each day is where it all begins
Nunca dejes que el reloj te diga para lo que tienes tiempo
tan solo da vueltas, y vueltas, y vueltas
toma tu apellido por tus grandes pecados
porque cada día es donde todo comienza.
A Hero’s Death sigue resonando y me sigue llevando a ese momento en el que lo escuché por primera vez: el tacto de su portada, ese azul intenso y abrir su edición en vinilo como si de un libro se tratara. Esos son los pequeños placeres que se vuelven inmensos por la experiencia que te brindan.
Encontrar la patata, ahí está la clave, tantearse los bolsillos, todos los que ofrece una obra artística, ya sea literatura, música o cine, y no olvidar la clave, esta vez, no olvidar la llave que abra todas las puertas que ofrezca la obra, siempre con la patata en el bolsillo, un talismán, una reliquia, como este disco y este libro para mí. Punkt.
Muy bueno 😃. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?
Qué lindo encontrarse una newsletter en forma de patata que te llega al bolsillo como una obra de arte que no puede dejarse de releer. Punkt!